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(1504)
Al fin realicé mis planes. Depués de esperar tanto por fin tuve la oportunidad de abandonar esté lugar y irme a La Española. Me llevaron allí en el barco, que era capitaneado por Alonso Quintero. Él había engañado a sus superiores y llegó al Nuevo Mundo ante ellos para preservarse beneficios. Aprendí mucho de él y ahora sé arreglarme en un mundo lleno de rivalidad y traición. Nicolás de Ovando me dió repartimiento de indios y me hizo notario de Azua de Compostela.