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Me visitaron no solo los representantes de Moctezuma, sino los líderos nativos quienes estaban hartos con la sobranía azteca y no querrían pagarle tributos al imperio. Convencí los totonacas a aliarse con nosotros contra el Imperio Azteca. También empezamos a cristianizarlos... Me enteré de que los totonacas pensaban que eramos dioses y que teníamos algunas fuerzas secretas. El 16 de agosto 1519 empezamos a marchar hacia Tenochtitlan. La Villa Rica de Veracruz estaba defendida por Juan de Escalante y sus 100 hombres. Salí hacia Tenochtitlan con 400 soldados de infantería, 15 hombres de caballo, 6 piezas de artilleria y 1000 guerreros totonacas. Para llegar a Tenochtitlan tuvimos que luchar con los tlascanos. Las encarnizadas luchas duraron 3 semanas, los españoles perdieron 55 hombres y muchos más fueron heridos. Los tlascanos imploraron el paz. Ellos perdieron mucha más gente que nosotros y querrían aliarse con nosotros contra los aztecas. Era una cosa curiosa que Xicotencatl, el líder de los tlascanos , siempre me llamaba Malintzin ( “el dueño de Malinche”). Desde entonces todos los indígenos me llamaron así. Despues de nuestra victoria contra los tlascanos, Moctezuma cambió de opinión y querría encotrarse conmigo. Me dijo que fuera por Cholula y viniera a Tenochtitlan. Los tlascanos me dijeron que tuviera cuidado porque Cholula podría ser una trampa, pero yo no lo creía. Decidí continuar marchar hacia Tenochtitlan y 5000 de los guerreros tlascanos se juntaron a nosotros. Cuando nos acercábamos a Cholula nos eteramos de que los aztecas iban a atacarnos. Nos preparamos para desbaratar los planes de los aztecas. La lucha era sangrienta pero me hice el dueño de la situación muy rápido. Desde el 1 de noviembre 1519 continuamos marchar a Tenochtitlan. El 8 de noviembre pasamos por Ixtapalapa y etramos a la capital del Imperio Azteca – Tenochtitlan. Moctezuma me saludó en la puerta de la ciudad y me acompaño al palacio de su padre en el cetro de la ciudad.